La belleza que habita en lo cotidiano
Lectura recomendada:
La belleza del objeto cotidiano - Soetsu Yanagi
Hay libros que no solo inspiran, sino que nos devuelven a lo esencial.
La belleza del objeto cotidiano, del pensador japonés Soetsu Yanagi, es uno de ellos. Recomiendo esta lectura porque logra poner en palabras ese universo silencioso pero profundo que habita en los objetos que usamos cada día: aquellos que, cuando están hechos con honestidad, calidad y respeto, nos acompañan en la vida con una belleza serena y verdadera.
Yanagi nos invita a mirar de otro modo. Nos recuerda que cuanto más se usa un objeto, más aflora su belleza. Porque la belleza no es algo añadido ni superficial: está íntimamente ligada a la función, a la materia, al tiempo y al uso. Un cuenco, una taza, una jarra… revelan su verdadera alma cuando se integran en la rutina diaria y demuestran ser útiles, cómodos, duraderos.
Esa es la belleza que importa:
la que sirve.
Así, lo bello debe ser también lo útil, y los objetos cotidianos no pueden limitarse a imitar formas del pasado. Los tiempos cambian, y con ellos, nuestros hábitos, afirma Yanagi.
La cerámica —como toda artesanía viva— debe acompañar estos cambios y responder a las necesidades actuales con soluciones honestas y simples.
“El objeto y el usuario intercambian votos: cuanto más se usa el objeto, más bello se vuelve; cuanto más lo usa el usuario, más lo ama”.
Soetsu Yanagi
Otra de las ideas más poderosas de Yanagi es que el buen hacer del artesano no depende del esfuerzo consciente de crear belleza. Al contrario: es cuando el pensamiento se silencia y las manos actúan con naturalidad, fruto de la repetición y del conocimiento profundo del oficio, que surge la belleza sin artificio. Una belleza sin intención.
Y es en ese pacto silencioso, hecho de tacto, de repetición, de presencia, donde se revela una forma de belleza que no necesita ser explicada, solo vivida.
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